Año 2009

ROMERIAS DE MAYO EN LA CUBA
La romería no es más que una peregrinación, a veces de ida y vuelta, siempre de carácter anual, desde una población hasta la ermita donde se venera a la divinidad, peregrinación que se hace coincidir con la fecha de su aparición en el lugar o como promesa por un voto antiguo. En algunas ocasiones se sube en romería a buscar la imagen que se baja al pueblo donde se la adora con septenarios y novenas y días después se vuelve a subir a su ermita.
La importancia de las romerías es singular en el pasado. En estructuras rurales, estáticas, sin apenas movilidad las romerías ponen en contacto a familiares y gentes de distintos pueblos y se manifiestan con ritos, ceremonias, juegos, comidas que se comparten, que permanecen en el tiempo casi inalterable y que en muestres días están a punto de adulterarse o desaparecer.
Nacidas al amparo de una devoción concretadas en el culto a una imagen y sirviendo ésta de intercesora entre la divinidad suprema y la comunidad cristiana que surge, se busca en ellas el consuelo espiritual y el beneficio material que permita al creyente vivir en paz. Algunas responden a un voto muy antiguo con el que una generación implica a las siguientes al verse obligadas a realizar un acto desagraviante desde entonces y en adelante. Otros, claramente, han perdido su razón de ser por problemas de emigración; las más, se han cambiado de fecha. Y, por fin, la mayoría, se están perdiendo, interrumpiéndose, por tanto, sin poder ser sustituidas por otras formas ni contenidos religiosos.
Dice Antonio Serrano Montalvo que «las devociones religiosas transmitidas y canalizadas, demuestran el trasfondo espiritual de una comunidad».
Siguiendo el esquema de D. Julio Caro Baroja: «El primer día de mayo, el primer sábado de mayo, el primer domingo de mayo se celebran muchas translación de las imágenes de unas ermitas a otras, de parroquias a iglesias etc…»
La mayor parte de las romerías giran en torno a una ermita, siendo la misma una edificación pequeña, con característica constructivas semejantes en toda la zona, con una nave, altar e imagen. Es posible que tenga un pórtico y ventanicos en la puerta para poder ver al santo titular, aunque la ermita esté cerrada. A veces, presenta un habitáculo para el ermitaño que cuida de ella.
Un origen distinto lo tiene las rogativas que solo se celebra cuando un hecho catastrófico para una comunidad se repite reiteradamente. La rogativa, no obstante, se considera como tal cuando se organiza de una forma ordenada. Se han empleado las rogativas, sobre todo, para contrarrestar pestes, plagas y sequías. Buena parte de las actuales romerías de mayo fueron en un principio rogativas contra la peste o la sequía que terminó por convertirse en una peregrinación anual a la ermita.
Las romerías y rogativas son una forma de expresión colectiva de la religiosidad popular. Los hombres son conscientes de que el curso de sus vidas se ve alterado por enfermedades o por hechos catastróficos ajenos, totalmente, a su voluntad, pero que pueden ser modificados por los seres sobrenaturales. El hombre, ante la omnipotencia de Dios, se siente inferior y acata todas las variaciones positivas o negativas que la Divinidad pueda llevar a cabo.
Por lo que respecta a La Cuba, desde tiempo inmemorial han existido dos romerías:
1 Romería de San Cristóbal
Hay constancia, desde antes del siglo XVII de la devoción de La Cuba a San Cristóbal, así lo demuestra la afirmación del Arzobispo de Zaragoza en su visita pastoral del 7 de noviembre de 1601 que dice ser su ermita «nueva y bien obrada».
La imagen del Santo se bajaba hasta la iglesia Parroquial y al día siguiente se subía en romería. Se entregaba una rolla y se celebraba en la ermita una eucaristía cantando los «gozos de San Cristóbal». Por la tarde se celebraba una tranza en beneficio de la ermita y se bailaban las «vueltas», el baile se celebraba por riguroso orden de Mayorales de San Cristóbal, San Antonio y después exclusivamente los invitados de los mayorales. Se hacía una hoguera y tocaba el gaitero. En algunos casos, pero muy excepcionales, se han celebrado rogativas a San Cristóbal.
Un tanto apagada sus fiesta resurgió con fuerza en 1983 de la mano del Obispo D. Alfonso Milian Sorribas, reparando a fondo la ermita y reanudando la fiesta-romería con la participación de todo el pueblo. La celebración de la romería se hace coincidir con el domingo de las fiestas patronales, el pueblo entero acude en romería, presidida por los mayorales se celebra la eucaristía, se cantan los «gozos de San Cristóbal», la bendición de vehículos y la entrega de los tradicionales «rollos del Santo».
2 Romería de Santa Ana
Esta ermita pertenece al municipio de Mirambel y es tradición que participen en esta romería gentes de Mirambel y La Cuba. Se celebra a mediados del mes de mayo y consiste en la celebración de la eucaristía y la bendición de términos. En tiempos se repartía, como era costumbre en todas las romerías, pan bendito a todos los peregrinos.
Francisco Carceller Martín